Software de mantenimiento de paneles solares: garantizar el suministro sin fisuras

El sector de la energía solar en España está viviendo un momento de renacimiento. Tras la anulación del llamado impuesto al sol, nuestro país está resurgiendo, camino de ser, de nuevo, una de las potencias en energía fotovoltaica. Muchas compañías están apostando por la inversión en este sector, dadas las ventajas que posee la generación de energía fotovoltaica pero, a la hora de plantear el negocio en su conjunto, las compañías instaladoras han de ser conscientes de uno de los retos: mantener la instalación en las adecuadas condiciones para la producción eficiente y poder garantizar el suministro en todo momento. Gestionar el mantenimiento de los campos solares es algo complejo, ya que son infraestructuras que hacen necesario minuciosos procesos de mantenimiento. Y, para poder afrontar este desafío, es clave aprovechar las ventajas de herramientas tecnológicas como el software de mantenimiento de paneles solares.

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La inversión en este tipo de energía es rentable, dados los bajos costes de funcionamiento y mantenimiento, si se compara con otros sistemas de generación eléctrica. Además, la instalación de placas en nuestro país tiene como gran ventaja la cantidad de horas de sol, durante tiempos prolongados, a lo que se suma la experiencia del operador de la red nacional en el campo de las renovables, lo que garantiza una red de transporte y distribución de electricidad adecuada, a lo que se suman las nuevas aplicaciones de la tecnología, como la agrovoltaica o la solar flotante. Por todo ello, la producción de energía solar fotovoltaica ha ido ganando en importancia en los últimos años, pasando de suponer en torno a un 2 o 3 % en los últimos 10 años, a llegar a la cifra registrada en 2021, casi un 10 % de la energía total generada en España. 

Añadir inteligencia a los procesos de mantenimiento de campos solares

El correcto funcionamiento de cualquier tipo de negocio se basa en la toma de decisiones. Decisiones que, para que sean coherentes con los objetivos empresariales y el contexto, han de estar basadas en datos. Por ello, es básico contar con datos reales, en tiempo real. El análisis de estos datos ayudará a apreciar patrones que se repiten, a sacar conclusiones y, por tanto, predecir resultados. 

En el mercado de la energía el acceso a información que pueda ayudar a tomar decisiones y entrar en acción es la única forma de reducir o controlar las eventualidades derivadas de la producción, como los cortes de suministro, y poder tomar decisiones más informadas. Gestionar los activos de forma inteligente tiene numerosas ventajas, entre ellas, conocer cuándo un activo requiere de mantenimiento. Así, la compañía eléctrica o la de mantenimiento podrán poner en marcha el proceso de asistencia a los activos lo que redundará en una menor cantidad de fallos en las instalaciones y, por tanto, una mejor relación con el cliente, que no ve interrumpido su servicio debido a averías imprevistas. 

Además, y no menos importante, unas prácticas de mantenimiento bien definidas influyen positivamente en la vida de los equipos. Poder seguir el estado de los activos mejora el tiempo de funcionamiento, algo vital en el sector de la generación de energía solar. Si el proceso de mantenimiento se automatiza con inteligencia es posible ampliar el ciclo de vida útil de un activo no centrándose en un enfoque meramente reactivo que supondría intervenir tan solo en el momento de la avería, con una reparación, incurriendo en un coste mayor para la compañía eléctrica.  

Mantenimiento de campos solares

Mantener las instalaciones fotovoltaicas de forma adecuada hace que la vida útil de las placas solares aumente. Este mantenimiento ha de consistir, en primer lugar, en una limpieza periódica pero, también, existe un proceso esencial del que han de hacerse cargo empresas especializadas, que cuentan con el conocimiento técnico del sistema y de las tareas que han de realizarse para garantizar el correcto funcionamiento de la instalación.

Estas tareas de mantenimiento serán de dos tipos: preventivo y correctivo. El primero de ellos es básico para ayudar a que la infraestructura tenga un nivel operativo adecuado, reduciendo un funcionamiento irregular y previniendo fallos. Para ellos, se realizará una inspección del sistema y se verificarán los componentes críticos de la instalación, como son los paneles solares, los inversores, el cableado o el sistema de monitorización remota. 

Por otro lado, se realizará un mantenimiento correctivo, es decir, la reparación de la infraestructura fotovoltaica o de alguno de sus diferentes componentes, en el momento en el que se produce una avería. En este caso, el proceso es, en primer lugar, detectar el fallo y la localización de este en el sistema y, a continuación, ejecutar la reparación necesaria. 

Gestión de los equipos de trabajo técnico

Los trabajos de mantenimiento, ya sean preventivos o correctivos, son ejecutados por equipos humanos. En el sector energético la eficiencia y el tiempo de respuesta por parte de estos es clave para restaurar el servicio si, por ejemplo, se ha producido un corte de electricidad debido a una avería. Por tanto, el equipo técnico ha de contar con herramientas que les guíen en la realización del trabajo, como un software de mantenimiento de paneles solares. Un software de servicio de campo, como el de Praxedo, facilita los detalles del trabajo para que los técnicos estén preparados incluso antes de llegar al lugar. 

Los técnicos, por tanto, cuentan con la información sobre la orden de trabajo en todo momento, y desde cualquier lugar. Pueden visualizar el historial de órdenes de trabajo y los aspectos técnicos que se produjeron en el pasado, de modo que el diagnóstico del problema o avería resulta más sencillo. Se trata de un software que permite organizar las bases de clientes, ubicaciones y equipamiento mediante listas interconectadas, de forma que cada equipamiento tiene una vinculación con un centro y, en última instancia, con un cliente. De esta forma, se simplifican las intervenciones, se facilita el seguimiento y se mejora la gestión sobre el terreno, tanto en casos de intervenciones correctivas como preventivas, y se puede incluso definir la periodicidad del mantenimiento de las infraestructuras.

Además, es clave para optimizar las rutas de los miembros del servicio técnico, ya que permite, sobre la marcha, añadir una nueva orden de trabajo en un lugar cercano, sin que sea necesario realizar tareas burocráticas, ya que las modificaciones se sincronizan automáticamente para que tanto los responsables de las rutas, que se pueden encontrar en la oficina, como otros técnicos de campo estén al tanto.

Apostar por este tipo de ayudas tecnológicas son fundamentales para continuar siendo competitivos en un mercado en el que, como el de la energía, diferenciarse de la competencia es fundamental para ganar -y mantener- la cuota de mercado.